Uno de los métodos más utilizados a la hora de valorar la ATM es el trazado cefalométrico.
La cefalometría es usada en el área de la odontología para conocer la anatomía, fisiología y patología cráneo-facial, con el fin de individualizar los procedimientos terapéuticos y ser asertivos en el diagnóstico clínico. Es de suma importancia que los fisioterapeutas lo conozcan, ya que también hace parte de su quehacer en el área.
En el blog de hoy vamos a hablar acerca de las generalidades del trazado para que puedas entenderlo mejor.
¿De qué se compone y cuál es su importancia clínica?
La técnica descrita por el Dr. Mariano Rocabado evalúa la estabilidad del cráneo sobre la columna cervical a través del análisis de los siguientes parámetros:
- Plano de McGregor: Corresponde a la medición entre el occipital y la espina nasal posterior.
- Plano odontoideo: Corresponde a la medición entre la odontoides y el ángulo inferior del axis.
- El espacio C0-C1: Dentro de este se debe tener en cuenta que la medida del ángulo cráneo – vertebral debe medir 101° (+-5) y los espacios funcionales entre el occipital, atlas y axis deben medir 6,5 mm (+-2,5 mm) cada uno.
- El triángulo hioideo: Está formado por la unión de los puntos cefalométricos H (hyoidale: punto más antero superior del cuerpo del hioides), RGn (retrognation: punto más postero inferior de la sínfisis mandibular) y C3 (punto más antero inferior del cuerpo de C3). La unión de todos los puntos forma un triángulo, si el hioides se posiciona verticalmente debajo del plano C3 – RGn a 5 mm y a +-2 mm de altura se considera normal, de no ser así ya podemos hablar de alguna alteración.
- La profundidad de la lordosis cervical se mide desde C2 hasta C7 y debe estar entre 8 y 12 mm.
Para valorar correctamente la cefalometría se debe realizar el trazado de los puntos mencionados para entender si hay una diferencia importante, ya sea positiva o negativamente. Esto nos permite notar si el paciente presenta aumento o disminución de la curvatura cervical, reconocer el estado de la musculatura cervical y cefálica con respecto a ello y entender cómo esto está afectando la articulación temporomandibular de los pacientes.
Debido a que el sistema estomatognático (ATM) es uno de los captores posturales más relevantes del cuerpo, el estudio del trazado cefalométrico nos puede ayudar a valorar de forma inicial y progresiva los avances que tenga el paciente y también a entender hacia dónde enfocar los tratamientos terapéuticos.
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